La exposición finalizó con una gran acogida de los asistentes. Las piezas eran de colecciones particulares y consistían en replicas de trajes, cómo iban vestidos y protegidos a la guerra; figuras religiosas, a quién se encomendaban en la Cruzada; estandartes medievales, cómo se identificaban en plena batalla; figuras de plomo de los protagonistas cristianos de la batalla: reyes, caballeros, religiosos, ordenes militares y milicias concejiles. Finalmente, el núcleo central era la muestra de armas medievales, replicas y reproducciones de espadas, dagas, cuchillos, gumias, hachas, lanzas, arcos, ballestas, etc... En este bloque se pudieron admirar elementos originales de la batalla: puntas de flecha, hachas de pico, puntas de lanza, cruces patriarcales, herraduras, etc., sin duda lo más interesante de la exposición y que dificilmente pueden verse juntas y al público si no fuera por el entusiasmo de algunos amigos coleccionistas. Saludos ballesteros.